EXIGE TUS DERECHOS

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viernes, 29 de abril de 2011

"Todos a la manifestación del 1º de Mayo en Madrid"

Empleo con derechos. Contra los recortes sociales", lema del 1 de mayo





 CCOO y UGT celebrarán este año el 1 de mayo con el lema "Empleo con derechos. Contra los recortes sociales", que presidirá las manifestaciones y actos reivindicativos de todo el país. Los sindicatos quieren situar los problemas del empleo y el rechazo de los recortes sociales como sus principales demandas, en un contexto con una insoportable tasa de paro y en plena ofensiva de los gobiernos nacionales y de las instituciones comunitarias contra los derechos de los trabajadores. Por eso, los sindicatos creen imprescindible la creación de empleo, pero empleo con derechos y de calidad.

CCOO y UGT, de acuerdo con la Confederación Europea de Sindicatos, han manifestado su radical oposición a las políticas europeas de recortes de derechos, que atentan directamente contra el bienestar de los trabajadores e ignoran las verdaderas necesidades de la economía. Políticas que en España merecieron una huelga general y que en el caso de la reforma laboral han llevado a los sindicatos a presentar una ILP para tratar de cambiarla sustancialmente en el Parlamento.



lunes, 25 de abril de 2011

No a la ampliación de horarios comerciales



 CCOO ha rechazado la posible medida de liberación de horarios comerciales en la que trabaja el Gobierno y que en estos últimos días han aparecido en los medios de comunicación. El portavoz de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo Antonio Ruda ha expresado el rechazo de la organización a la medida que pretende poner en marcha el Gobierno de liberalizar los horarios en el sector del comercio.



CCOO considera lamentable la marginación de los trabajadores en este debate dado que nadie del ministerio de Industria se ha puesto en contacto, ni ha consultado con CCOO las medidas que el Gobierno pretende desarrollar.



Ruda añade que "en esta coyuntura donde los pequeños comercios se ven asfixiados y abocados al cierre ante el parón del consumo si no se adoptan medidas urgentes, sorprende que se persevere en una política de total liberalización que únicamente favorece al lobby que representan los grandes centros comerciales máximos competidores del pequeño comercio y mucho más preparados para afrontar la crisis". El grado de liberalización existente es tal que ya no hablamos de máximos de días u horas de apertura, sino de mínimos, a partir de los cuales se puede ampliar. Este sistema no ha contribuido a la creación de empleo y ha encarecido los costes y precios para todos los consumidores.



Para CCOO una posible liberalización, no sólo no crearía más empleo sino que será el entierro definitivo de miles de empleos en el sector del comercio de las pequeñas y medianas empresas.

sábado, 16 de abril de 2011

Por el pleno empleo sin renunciar a la seguridad y salud en el trabajo, lema del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo





 Como cada año, los sindicatos conmemoramos el próximo 28 de abril con un doble objetivo: un recuerdo y reconocimiento a las personas que han perdido su vida y salud en el trabajo bajo unas condiciones inadecuadas y, precisamente por ello, una jornada para poner en evidencia que los daños derivados del trabajo son evitables, y que los empresarios y poderes públicos tienen grandes responsabilidades en su prevención.

Este año, caracterizado por los duros efectos de la crisis económica que venimos padeciendo desde finales de 2007, se ha cobrado día a día importantes cifras de destrucción de empleo y se ha alimentado de los recortes en los derechos de los trabajadores y la precarización de las relaciones laborales. Las reformas realizadas por el Gobierno de España colocan a los trabajadores y trabajadoras en una situación más precaria, frente al mayor poder del que dota a los empleadores.



La necesidad de crear empleo propicia que otras obligaciones o deberes para con los trabajadores cedan en importancia. El estímulo a la creación de empleo y riqueza contribuye, en cierta manera, a que las autoridades sean más laxas al exigir el pago de sanciones por infracciones o que los controles sean menos exigentes.



Las reformas legales y el impulso de las medidas preventivas desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y de los de programas nacionales o territoriales para el estudio y control de los daños del trabajo, han propiciado el descenso continuado de los índices de siniestralidad.



Pero hay que tener en cuenta que durante los últimos dos años, con la crisis, ha disminuido la intensidad de mano de obra en sectores de mayor riesgo y accidentalidad, a la vez que se ha expulsado del mercado a los trabajadores temporales o que reforzaban las demandas en momentos de mayor intensidad de trabajo. Todo ello contribuye al descenso en las cifras de daños, pero no nos puede llevar a bajar la guardia; las circunstancias de un momento de baja productividad no nos pueden hacer confundir la perspectiva y que tengamos la idea de que se ha ganado la batalla frente a la siniestralidad. Siguen registrándose cifras elevadas e inaceptables de accidentes y enfermedades profesionales.



En España fallecen cada día 2 trabajadores como consecuencia de su actividad laboral, 13 sufren un accidente de trabajo grave durante su jornada y 1.503 un accidente leve. Igualmente, cada día 46 personas son víctimas de una enfermedad profesional en España. Todo ello sumado a un creciente subregistro de enfermedades y ocultación de daños.



Por tanto, sin un sistema bien asentado de prevención, con la implicación de todos los partícipes, no obtendremos unos resultados donde la ausencia de daño sea el objetivo de excelencia.



No es concebible que la declaración de enfermedades profesionales con baja haya disminuido en paralelo a la caída de los accidentes, ya que en el caso de las enfermedades, desde la exposición a los efectos, existe un periodo de latencia de años, por lo que no se puede manifestar un resultado tan evidente de descenso en tan corto espacio de tiempo tras la exposición. Cuanto más si tenemos en cuenta que las enfermedades profesionales sin baja, es decir sin coste, han aumentado enormemente.



Tampoco es de recibo que la epidemia de los expuestos al amianto quede silenciada en el duelo de las familias que pierden a sus miembros sin que exista una compensación, un reconocimiento, una acción colectiva y un trabajo serio y en profundidad para poner coto a este problema de salud pública y tratar adecuadamente a las víctimas, cuyo único "delito" fue convivir con unas materias y sustancias que fueron minando su integridad física. Lo mismo que con los enfermos por el amianto ocurre con los cánceres laborales, la sensibilización por exposición a químicos… Pese a que desde Sanidad se reconocen más de 12.000 muertes anuales por cánceres profesionales, la falta de registro y conocimiento exhaustivo de sus causas hace que la prevención y reducción de este tipo de morbilidad sean muy difíciles.



Las malas condiciones de trabajo están privando de calidad de vida a los expuestos, que ya no sólo se ciñen a los trabajos en sectores conocidos como la minería, sino que han aflorado más casos en otros ámbitos, como la construcción, la manufactura industrial y otros. Las hipoacusias o sorderas profesionales, los problemas osteomusculares, son dolencias físicas que castigan inexorablemente a los trabajadores y trabajadoras, y que deben ser objeto de atención prioritaria por los poderes públicos.



Cáncer cero en el trabajo

Hoy día se tiene consciencia de otros daños que, aunque denominamos emergentes, siempre han acompañado al ser humano en su actividad productiva, los denominados riesgos psicosociales: trabajo a turnos, ritmos de trabajo a demanda, la competitividad, la retribución por objetivos, la precariedad y alta rotación en los empleos, la falta de seguridad en los puestos de trabajo, el desempleo… Todos modelos de empleo y de organización del trabajo que propician que las empresas sean caldo de cultivo de "agentes patógenos" que producen enfermedades como: el estrés, la fatiga crónica, el envejecimiento prematuro, el síndrome del quemado o la violencia en el trabajo.



El objetivo de crear empleo para dar trabajo al mayor número de personas activas que carecen de una ocupación remunerada, no nos puede llevar a bajar la guardia. Aunque dicho objetivo es inaplazable, también lo es el garantizar que quien va al trabajo vuelva en las mismas condiciones físicas y psíquicas en las que fue; es más, el trabajo ha de servir para que las personas satisfagan sus necesidades de forma digna y razonable. Para ello, las condiciones de trabajo han de permitir la participación constante y la manifestación permanente de los aspectos de mejora por parte de quien realiza la actividad productiva, con el fin de aumentar la seguridad.

sábado, 9 de abril de 2011

ILP: medio millón de firmas por el empleo estable

08-04-2011. La reforma laboral aprobada es un fracaso. Hace falta una nueva reforma laboral, más justa y equilibrada, que ayude a crear empleo y preserve los derechos de los trabajadores. Con ese propósito CCOO y UGT han presentado una ILP y en las próximas semanas los sindicatos tendrán que conseguir centenares de miles de firmas para que el Congreso de los Diputados debata la modificación sustancial de la reforma laboral.

 
El 29 de septiembre de 2010, millones de trabajadores secundaron la huelga general contra la reforma laboral y la política económica del Gobierno. Tras la huelga, los sindicatos emplazaron al Ejecutivo a rectificar los capítulos esenciales de la reforma (despido, contratación, negociación colectiva) porque de lo contrario el conflicto seguiría abierto. Y aunque la huelga provocó de inmediato un cambio de Gobierno, las declaraciones de sus miembros no salían de una ambigüedad calculada, a medio camino entre su lealtad a las políticas aprobadas y la imprescindible necesidad de cambios. Así las cosas, CCOO y UGT mantuvieron la tensión reivindicativa, convocaron paros parciales y manifestaciones en todo el país, el 15 y 18 de diciembre, y advirtieron al Ejecutivo que la reforma laboral que abarató el despido, reforzó la precariedad del mercado de trabajo y lesionó gravemente los derechos de los trabajadores, contaría siempre con el rechazo del movimiento sindical.


 
CCOO fue consciente, sin embargo, de que el país y más concretamente, los trabajadores, necesitaban activar un nuevo proceso de diálogo social para trascender al conflicto no cerrado de la reforma laboral, y abordar compromisos en materia de pensiones, empleo, negociación colectiva, política industrial y empleados públicos. Nuestra oposición a la reforma del mercado de trabajo debía transformarse en acción sindical y política, y a la vez el movimiento sindical estaba obligado a decidir sobre el futuro de importantes derechos sociales.

De esta forma, se inició un nuevo periodo de diálogo social que ganó en intensidad y concluyó con un gran Acuerdo Social y Económico para blindar las pensiones públicas del futuro, reforzar las políticas activas de empleo, canalizar la reforma de la negociación colectiva, avanzar en una política industrial y energética y recuperar el diálogo en las Administraciones Públicas. Acuerdo que no resolvía el conflicto de la reforma laboral, que los sindicatos convirtieron en un nuevo reto: presentar una Iniciativa Legislativa Popular para cambiar en el Parlamento la reforma laboral.

 
En marcha la ILP

 
La reforma laboral impulsada por el Gobierno, con respaldo de la mayoría parlamentaria, ni crea empleo, ni ayuda a crearlo. Sus diez meses de vigencia confirman sus credenciales: trabajadores más desprotegidos, despidos con menor indemnización, mayor poder empresarial en la negociación colectiva, marco más favorable para la rescisión del contrato, dualidad reforzada del mercado de trabajo y precariedad consolidada. Fueron las exigencias básicas de las organizaciones empresariales para, decían, incentivar la creación de empleo, pero la realidad es bien distinta: se ha retrocedido bruscamente en derechos y ha aumentado el desempleo hasta límites insoportables.

Por eso, CCOO y UGT decidieron recuperar la iniciativa sindical y promover una ILP para emplazar a las fuerzas políticas parlamentarias a reconsiderar la reforma laboral aprobada. Una proposición de ley para defender el empleo estable y con derechos, debidamente articulada, que se oriente a conseguir dos grandes objetivos: combatir la segmentación del mercado de trabajo, favoreciendo el acceso y la permanencia de los trabajadores en el mismo a través de empleos estables y de calidad; y reordenar las medidas de flexibilidad interna para que operen como alternativa a la actuación empresarial del despido.

 
No olvida la ILP de CCOO y UGT que nuestro tejido productivo está construido sobre bases tecnológicas, de innovación y formación muy débiles, que lo abocan reiteradamente a una estrategia competitiva de reducción de costes salariales. De ahí la necesidad de cambiar el patrón de crecimiento que ha seguido la economía española hasta la fecha y apostar por una base industrial sólida que invierta en I+D+i, por mejorar el sistema educativo y vincularlo más y mejor al sistema productivo, y por consolidar y ampliar nuestro sistema de protección social.

 
La reforma laboral aprobada es un fracaso. Hace falta una nueva reforma laboral, más justa y equilibrada, que ayude a crear empleo y preserve los derechos de los trabajadores. Con ese propósito hemos presentado una ILP y en las próximas semanas tenemos que conseguir centenares de miles de firmas para que el Congreso de los Diputados debata la modificación sustancial de la reforma laboral.

 
Fernando Lezcano
Secretario de Comunicación de CCOO