"¿Y qué oficio desempeña?"
Esta es la pregunta que, según el considerado padre de la medicina del Trabajo, Bernardino Ramazzini, en su diatriba De morbis articum de 1700, un médico debía hacer siempre a su paciente, aparte de interrogarle por su alimentación o por sus dolencias. Lo recordó esta mañana Javier López en la inauguración de la jornada sobre Enfermedades profesionales que se ha desarrollado en la sede de CCOO de Madrid. La falta de formación de los médicos en salud laboral y su falta de coordinación con los organismos de este ámbito es una de las causas del infraregistro que existe sobre este tipo de enfermedades. Según las estimaciones de CCOO, si los datos oficiales hablan de 1.110 casos anuales en Madrid y ningún fallecimiento, la realidad da cuenta de 13.245 casos cada año y 1.771 muertes.
Javier López denunció esta situación que supone, a su juicio, la masa de hielo que existe bajo la punta del iceberg que representan los accidentes laborales. Una masa formada por lesiones, envejecimiento prematuro, cánceres, dolencias musculoesqueléticas, muerte… Enfermedades que no son reconocidas como tales y que en la mayoría de las ocasiones cursan como enfermedades comunes. El 83% de ellas no son declaradas frente al 17% de los accidentes.
El secretario general de CCOO señaló el incumplimiento del Real Decreto que regula las enfermedades de origen laboral, hasta el punto de que ha aumentado el subregistro, es decir, se incrementa su invisibilidad, por lo que no se ponen en marcha políticas y medidas que corrijan el daño. Según sus datos, casi el 14% del coste público de la Seguridad Social debería estar asumido por las mutuas porque corresponde a enfermedades que tienen que ver con la actividad laboral. En Madrid la situación es peor, los médicos no han recibido formación, ni protocolos ni información y además la Dirección General de Salud Pública se eliminó por lo que no existe un organismo específico a donde los médicos de la Seguridad Social puedan remitir los casos, tal y como plantea el Real Decreto.
López alertó también de las consecuencias que puede tener la crisis sobre las enfermedades profesionales dado el aumento de la precarización laboral y exigió que se refuercen las actuaciones en Salud Laboral, muy especialmente a través de la negociación colectiva.
IRSST: "existe una infradeclaración de enfermedades profesionales"
Tras la intervención de Javier López, la médico del trabajo, adscrita al Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, Concepción Parrilla, se ha referido a los nuevos sistemas de tramitación y alerta de enfermedades profesionales. Según Parrilla, las mismas han experimentado un descenso del 34% desde el año 2004, ocupando Madrid el quinto puesto de las comunidades autónomas en cuanto a su volumen. Un puesto no tan positivo si se toma en cuenta cuál es la población activa de nuestra región. La representante del IRSST ha reconocido que sigue existiendo una infradeclaración de enfermedades profesionales y ha enumerado algunas de las propuestas de este organismo, principalmente que se dé a conocer la legislación relativa a estas patologías a los médicos de atención primaria, así como la puesta en marcha de campañas de sensibilización.
Las mutuas aseguran que prevalece el criterio médico
Por su parte, Julio Santos, en representación de la mutua Fraternidad Mutrespa, ha incidido en el carácter público de las mutuas en cuanto que entidades colaboradoras de la Seguridad Social y se ha mostrado crítico con el carácter cerrado de la lista de enfermedades profesionales. Santos ha señalado que hay muchas enfermedades profesionales "emboscadas", es decir que no salen a la luz, coincidiendo en que existe una infradeclaración de las mismas. Por último, ha defendido que en las mutuas prevalece el criterio médico a la hora de determinar si se trata de una enfermedad profesional o de un accidente de trabajo, y se ha quejado de lo que considera "una campaña de demonización" hacia las mutuas, valorando el papel de los sindicatos, que han optado por participar en la gestión de las mismas, lo que ha calificado de "inteligente".
Tras estas intervenciones se ha dado paso a un interesante debate, con una activa participación de los muchos asistentes a la jornada.
LLevar la prevención a las empresas
A continuación, la médica del Trabajo de CCOO de Madrid, Carmen Mancheño, abordó la acción sindical en la enfermedad profesional. Tras informarles de la legislación y del nuevo sistema de declaración de las enfermedades profesionales, planteó propuestas para impulsar el trabajo sindical en las empresas, con el fin de que se adopten las medidas preventivas necesarias y se eliminen las causas de las enfermedades.
Mancheño explicó que sólo se pueden declarar y reconocer legalmente como enfermedades profesionales las que están en el listado y que hay que declarar todas las enfermedades profesionales, requieran o no baja laboral. Señaló también que, al igual que en los accidentes de trabajo, si la enfermedad profesional se ha producido por falta de medidas de seguridad, todas las prestaciones económicas que puedan derivarse de esa enfermedad se podrán incrementar entre un 30 y un 50%.
Pero el trabajo sindical no puede limitarse a la declaración de la enfermedad profesional. Según Mancheño, hay que establecer la necesaria interrelación con el sistema preventivo de forma que al conocimiento de la enfermedad le siga la eliminación de los factores que la producen.
Recordó también a los delegados de prevención que tienen derecho a que la empresa les informe de lo relativo a las enfermedades profesionales.
"Hacer visible lo invisible, transformar la percepción en acción y transformar lo individual en colectivo" son los ejes principales sobre los que debe girar, según la médica del Trabajo, la acción sindical en las empresas en materia de salud laboral.
Todo ello significa que hay que declarar todas las enfermedades porque así se establecerán medidas de prevención y políticas; porque su reconocimiento significa que las prestaciones económicas son más altas, los medicamentos y prótesis gratuitos y si es por falta de medidas se puede solicitar un recargo en la prestación; y porque su reconocimiento supone también la adopción de medidas que benefician a todos los demás trabajadores.
Por último, Mancheño exhortó a los delegados a que frente a las sospechas actúen.
Latente toda la vida
Miguel Ángel Serrano, del gabinete jurídico de CCOO de Madrid, se ha ocupado del tratamiento jurídico de la enfermedad profesional. Serrano ha alertado sobre el periodo de latencia de las enfermedades por lo que "hay que estar pendiente toda la vida". De hecho los cánceres se desarrollan a lo largo de 20 y hasta 30 años para finalmente dar la cara, muchas veces cuando el trabajador ya se ha jubilado. El abogado de CCOO ha explicado también la dificultad que existe a la hora de demostrar el origen laboral de las enfermedades puesto que no ocurre como en el caso de los accidentes, cuya causa es posible objetivar. En las dolencias hay que jugar con un cálculo de probabilidad de que el causante haya sido un determinado agente.
Serrano ha aclarado también que son las empresas, no la Seguridad Social, las primeras interesadas en que no se declaren las enfermedades porque esto conlleva para ellas recargos e indemnizaciones complementarias que tienen que abonar, por falta de medidas de prevención.
Ha recordado, por último, que cuando aparece una enfermedad profesional existe la alternativa en los centros de cambiar de puesto de trabajo a la persona afectada, frente a la pensión, que es lo que suele ser usual en el caso de los accidentes.
El secretario de Salud Laboral de CCOO de Madrid, Carmelo Plaza ha clausurado las jornadas subrayando la importancia de incorporar estos temas en la negoaciación colectiva. Los recursos e instrumentos de salud laboral "no tenemos sentido si no somos capaces de llevarlo a la empresa y que los trabajadores estén mejor" ha concluido.
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